viernes, 21 de octubre de 2011

PARADIGMAS CONSENSUADOS

PARADIGMAS CONSENSUADOS
                                       Hernán, Hashimoto y Machado         

La investigación científica es una de las actividades humanas sistemática, dirigida hacia el descubrimiento del desarrollo de un cuerpo de conocimientos organizados.
Desde el punto de vista de su etimología, investigar proviene del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir vestigios) lo que conduce al concepto más elemental de descubrir o averiguar alguna cosa, seguir la huella de algo, explorar.
De esta manera, se podría considerar a un investigador, como aquella persona que se dedica a alguna actividad de búsqueda independientemente a su metodología, propósito e importancia.
El modo más apropiado de producir conocimientos y transformar la realidad es el método científico, susceptible de comprensiones y desarrollos muy distintos. Y los mismos enfoques son cuestionables desde su raíz, dadas las diversas maneras de conceptuar la realidad. Esta observación se hace especialmente crítica en campos altamente complejos como la educación.
Al hablar de paradigmas consensuados en el conocimiento pedagógico, satura la forma de comprender y desarrollar la mentalidad de investigadores y profesores, la práctica de la investigación (innovación), la formación (enseñanza y aprendizaje didáctico, currículum y evaluación).
La investigación educativa incorporada al desarrollo curricular puede realizarse desde los enfoques de los paradigmas más relevantes en la investigación educativa como son: el cuantitativo y el cualitativo y con los métodos más solventes a través de diversas formas y niveles de exigencia científica: investigación básica, investigación aplicada, investigación evaluativa entre otras; siendo la investigación-acción una metodología muy utilizada en la actualidad. (Castillo Arredondo y otros, 2005).
La complejidad creciente en que se halla inmerso el mundo de la educación, la rapidez con que evolucionan los conocimientos y el avance imparable de los nuevos recursos tecnológicos exige que el profesor universitario desarrolle su función investigadora y participe en una dinámica de actualización permanente.
Los paradigmas educativos ocupan un espacio sospechosamente amplio en la formación docente e investigadora; actúan como corsés para la percepción de la complejidad y el desarrollo de la creatividad investigadora y docente.
Al hablar de cómo articular la investigación desde los grupos paradigmáticos consensuados, E. Hashimoto sostiene que es necesario diseñar y desarrollar proyectos y procesos de investigación en cualquier área del conocimiento, con especial referencia a la educación, desde los tres paradigmas consensuados.
E. Machado por su parte, afronta la crítica científica de la investigación educativa como instrumento de transformación social, desde el convencimiento que la educación es un pilar social para la reflexión y el cambio fundamental en el actual estado de crisis. La aportación del profesor machado apuesta por una acción transformadora, en mejora de la propia práctica educativa. (Tomado de Fundamentos, aplicación y nuevas perspectivas 2005).
En el caso de Herrán, propone fundamentos epistemológicos para el diseño, desarrollo e investigación en una educación centrada en la consciencia. Propone además facilitar la tarea del investigador de la educación, comunicar la inquietud por el conocimiento epistemológico e invitar a un debate orientado a la posible evolución de la investigación.
Finalmente, estos autores señalan que no es preciso, ni conveniente en educación apegarse a escuelas, “paradigmas educativos”, programas de investigación científica, coordenadas epistemológicas, tradiciones entre otros, y que se requiere tomar conciencia de lo que se conoce y contar con los recursos formales, técnicos en función de los objetivos del proyecto y del proceso.

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