miércoles, 26 de octubre de 2011

NUEVOS DESAFIOS EPISTEMOLOGICOS

NUEVOS DESAFIOS EPISTEMOLOGICOS
Miguel Martínez
El siglo XX trajo consigo una transformación radical del concepto del conocimiento y del concepto de ciencia.
En el mundo globalizado de hoy estamos llegando a un nuevo concepto de racionalidad científica, de un nuevo paradigma epistemológico.
En ese sentido el profesor Miguel Martínez propone una serie de postulados desde la visión del Nuevo Paradigma Epistemológico de la Ciencia:
1.-Visión de Conjunto:   El modelo de ciencia que se origino después del renacimiento sirvió de base para el avance científico y tecnológico de los siglos posteriores. No obstante, la explosión de los conocimientos, de las disciplinas, de las especialidades y de los enfoques que se han dado en el siglo XX y la reflexión epistemológica encuentra ese modelo tradicional de ciencia no solo insuficiente, sino, inhibidor de lo que podría ser un verdadero progreso, tanto particular como integrado de las diferentes áreas del saber.
El problema principal que enfrenta actualmente la investigación y su metodología, tiene un fondo esencialmente epistemológico, pues gira en torno al concepto de “conocimiento” y de “ciencia” y la respetabilidad científica de sus productos:
“El conocimiento de la verdad y de las leyes de la naturaleza”. De aquí la aparición, sobre todo en la segunda parte del siglo XX, de las corrientes postmodernistas, posestructuralistas, el construccionismo, el desconstruccionismo, la teoría crítica, el análisis del discurso, y en general, los planteamientos que formula la teoría del conocimiento”. Martínez (2001).
En la actualidad, gracias a los descubrimientos de la ciencia, los estudios de la neurociencia han demostrado que nuestro sistema cognoscitivo y afectivo, no son dos sistemas totalmente separados, sino que forman un solo sistema, la estructura cognitivo-emotiva. De aquí que es muy comprensible que se unan lo lógico y estético para darnos una vivencia total de la realidad experienciada.
En ese sentido, desde el punto de vista de Martínez, los estudios epistemológicos se han convertido en el centro de una esperanza de largo alcance, ya que los apartes que ellos están produciendo en los diferentes escenarios del mundo intelectual pueden despejar el horizonte oscuro que nos rodea.
No obstante, se hace necesario salir de viejas prácticas rutinarias, ya que la mayoría de los seres humanos debido a hábitos y rutinas que restringen su actividad, se ven limitados en el desarrollo de sus potencialidades mentales y por ende, caen en la inercia mental.

2.-Naturaleza de la Inercia Mental.
Para este autor, la dinámica psicológica de nuestra actividad intelectual tiende a seleccionar solo los significados personales. El estudiante de posgrado, es por definición, un investigador y por consiguiente debe ser un gran pensador en un área específica del saber. No obstante, se enfrenta a un obstáculo básico; la inercia mental.
En ese sentido, las rutinas mentales que automatizan la vida y anulan el pensamiento, están en abierta contradicción con los estudios avanzados.
Es necesario desconectarse a la repetición de estereotipos de “hábitos mentales” ancladas neurofisiologicamente en el cerebro al estilo de los chips electrónicos que empujan a algunos a perseguir inteloquios o quimeras; esto sucede cuando se tienen ideas sin tener a mano argumento alguno para defenderlas.
3.-Desconstrucción del Método Científico Tradicional.
La obra que dio origen al método científico tradicional y que sirvió de modelo axiomático deductivo para la mecánica y prototipo y ejemplo para todas las disciplinas, fue el libro de Heinrich Hertz; Principios de la Mecánica. Por eso se trato de aplicar a todas las ciencias, incluso, a las ciencias humanas, donde tenía un bajo nivel de aplicabilidad. De allí que surgieron críticas y cuestionamientos al método científico tradicional.
4.-Aporte de la Neurociencia Actual.
Los estudios sobre la trasmisión neurocerebral nos señala que ante una sensación visual, auditiva, olfativa, etc., el cerebro es capaz de decodificar, analizar e insertar la imagen en nuestro acervo mnemónico, buscándole un sentido o significado. Esto, de acuerdo a ese mundo interno personal, le damos un sentido o significado conforme a nuestras creencias, valores, actitudes, necesidades, intereses, ideales, temores.
5.-Hacia un Nuevo Paradigma Epistemológico.       
El espíritu de nuestro tiempo está ya impulsándonos a ir más allá del simple objetivismo y relativismo.
Una nueva sensibilidad y universalidad del discurso, una nueva racionalidad está emergiendo y tiende a integrar dialécticamente  las dimensiones empíricas, interpretativas y críticas de una orientación teorética que se dirige hacia la actividad práctica.
Una orientación que tiende a integrar el “pensamiento calculante” y el “pensamiento reflexivo” del que habla Heidegger, un proceso dialógico en el sentido que sería el fruto de la simbiosis de dos lógicas, una digital y otra dialógica como señala Morín (1984).
Actualmente vivimos un cambio de paradigma en la ciencia que afecta todas las áreas del conocimiento. La nueva ciencia no rechaza las aportaciones de Galileo, Descartes, o Newton, sino que las integra en un contexto mucho más amplio y con mayor sentido, en un paradigma sistémico… “El pensamiento sistémico comparte además un cambio de la ciencia objetiva a la ciencia epistémica, es decir, se tiene en cuenta la posición personal del sujeto investigador como el  físico también cuenta la temperatura del termómetro que usa…” Martínez (2005).
Se espera que el nuevo paradigma emergente sea el que nos permita superar el realismo ingenuo, salir de la asfixia reduccionista y entrar en la lógica de una coherencia integral, sistémica y ecológica, es decir, entrar en una ciencia más universal e integrada, en una ciencia verdaderamente inter y transdisciplinaria, como lo propone la UNESCO, donde los diversos puntos de vista, enfoques y abordajes pueden cultivarse a través de un profundo dialogo y ser integrados en un todo coherente y lógico.
6.-La Dimensión Dialógica y la Actitud Ética.
El uso del diálogo y de su lógica dialéctica establece un acercamiento a la vida cotidiana que hace mucho más comprensible el proceso de adquirir conocimiento y de hacer ciencia ya que se identifica con el proceso natural de la vida diaria. En consecuencia, nuestra mente dialécticamente con su forma natural de proceder, pues ante toda situación, sopesamos los pro y los contra, las ventajas y desventajas.
Ahora bien, la actitud ética y su correspondiente parte práctica, la moral, se alcanza según Aristóteles desarrollando las dotes y facultades que cada ser humano tiene por su propia naturaleza.
La puesta en práctica de una actitud ética, bajo el punto de vista cognitivo nos conduciría a la adopción de una actitud recta, justa, imparcial, interesada en ver la realidad completa vendrá a ser una dimensión supraordenada que estaría muy por encima de una ciencia instrumentalizada, esclavizada a los intereses temporales de sus usuarios.



viernes, 21 de octubre de 2011

PARADIGMAS CONSENSUADOS

PARADIGMAS CONSENSUADOS
                                       Hernán, Hashimoto y Machado         

La investigación científica es una de las actividades humanas sistemática, dirigida hacia el descubrimiento del desarrollo de un cuerpo de conocimientos organizados.
Desde el punto de vista de su etimología, investigar proviene del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir vestigios) lo que conduce al concepto más elemental de descubrir o averiguar alguna cosa, seguir la huella de algo, explorar.
De esta manera, se podría considerar a un investigador, como aquella persona que se dedica a alguna actividad de búsqueda independientemente a su metodología, propósito e importancia.
El modo más apropiado de producir conocimientos y transformar la realidad es el método científico, susceptible de comprensiones y desarrollos muy distintos. Y los mismos enfoques son cuestionables desde su raíz, dadas las diversas maneras de conceptuar la realidad. Esta observación se hace especialmente crítica en campos altamente complejos como la educación.
Al hablar de paradigmas consensuados en el conocimiento pedagógico, satura la forma de comprender y desarrollar la mentalidad de investigadores y profesores, la práctica de la investigación (innovación), la formación (enseñanza y aprendizaje didáctico, currículum y evaluación).
La investigación educativa incorporada al desarrollo curricular puede realizarse desde los enfoques de los paradigmas más relevantes en la investigación educativa como son: el cuantitativo y el cualitativo y con los métodos más solventes a través de diversas formas y niveles de exigencia científica: investigación básica, investigación aplicada, investigación evaluativa entre otras; siendo la investigación-acción una metodología muy utilizada en la actualidad. (Castillo Arredondo y otros, 2005).
La complejidad creciente en que se halla inmerso el mundo de la educación, la rapidez con que evolucionan los conocimientos y el avance imparable de los nuevos recursos tecnológicos exige que el profesor universitario desarrolle su función investigadora y participe en una dinámica de actualización permanente.
Los paradigmas educativos ocupan un espacio sospechosamente amplio en la formación docente e investigadora; actúan como corsés para la percepción de la complejidad y el desarrollo de la creatividad investigadora y docente.
Al hablar de cómo articular la investigación desde los grupos paradigmáticos consensuados, E. Hashimoto sostiene que es necesario diseñar y desarrollar proyectos y procesos de investigación en cualquier área del conocimiento, con especial referencia a la educación, desde los tres paradigmas consensuados.
E. Machado por su parte, afronta la crítica científica de la investigación educativa como instrumento de transformación social, desde el convencimiento que la educación es un pilar social para la reflexión y el cambio fundamental en el actual estado de crisis. La aportación del profesor machado apuesta por una acción transformadora, en mejora de la propia práctica educativa. (Tomado de Fundamentos, aplicación y nuevas perspectivas 2005).
En el caso de Herrán, propone fundamentos epistemológicos para el diseño, desarrollo e investigación en una educación centrada en la consciencia. Propone además facilitar la tarea del investigador de la educación, comunicar la inquietud por el conocimiento epistemológico e invitar a un debate orientado a la posible evolución de la investigación.
Finalmente, estos autores señalan que no es preciso, ni conveniente en educación apegarse a escuelas, “paradigmas educativos”, programas de investigación científica, coordenadas epistemológicas, tradiciones entre otros, y que se requiere tomar conciencia de lo que se conoce y contar con los recursos formales, técnicos en función de los objetivos del proyecto y del proceso.

PARADIGMAS DE INVESTIGACION EN CIENCIAS SOCIALES

ANALISIS CRÍTICO A LA LECTURA DE JOSE PADRON SOBRE PARADIGMAS DE INVESTIGACION EN CIENCIAS SOCIALES

La palabra paradigma ha conquistado ciertos espacios connotativos que la sitúan en un lugar privilegiado. Thomas Kuhn (1975), utilizó la palabra paradigma para referirse a cada una de las conquistas del conocimiento científico que se iban imponiendo en el tiempo y que imperaban hasta que terminaban siendo desplazadas por otro nuevo paradigma naciente.
Esta palabra se popularizó y se convirtió en una verdadera referencia conceptual. Sin embargo, ni el mismo Kuhn, para el momento de su famosa publicación, tenía un concepto bien claro y definido de dicha palabra. Fueron los lectores, reseñadores y filósofos que le dieron a la obra de Kuhn una notable resonancia internacional.
La denominación de paradigma ya había sido usada por Platón y Aristóteles dándole connotación de “modelos” y “ejemplos”.
En la actualidad, paradigma se usa hoy en día para designar una postura, una opción o un modo sistemático de investigar, opción que se expresa en típicas vías técnico-instrumentales y que responde a un fondo filosófico o manera de ver al mundo, el conocimiento humano y sus procesos de producción.
Dentro de este contexto, la investigación en ciencias sociales plantea un gran reto de orden curricular, “mientras que las circunstancias exigen eficientes procesos de formación de investigadores, las definiciones por hacer, los conceptos por clasificar y los desacuerdos por superar son tantos que bien puede formularse la necesidad de un espacio de reflexión orientado a determinar un PROGRAMA UNIFICADO DE FORMACION DE INVESTIGADORES EN CIENCIAS SOCIALES…” Padrón (1992).
Este autor parte de la idea que en el proceso de investigación de todo programa de Maestría y Doctorado debe contar con un análisis del discurso a fin de orientar como… “buscar la información, organizar los temas, jerarquizar los planteamientos, estimular las discusiones y determinar las áreas que deben ser estudiadas…” Padrón (1996).
Por otro lado, este autor hace referencia a la necesidad que tiene todo investigador de contar con el apoyo de un cuerpo teórico y metodológico para abordar la relación entre ciencias sociales y el análisis del discurso a fin de guardar las garantías de confiabilidad y credibilidad en el análisis, no sólo para extraer y organizar productivamente los datos sino porque además “todo investigador necesita estructurar su propio discurso, su propio texto investigativo, a objeto de ampliar los canales de difusión y diseminación del conocimiento…” Padrón (1996).
En consecuencia, la formación de investigadores no puede seguir estancada ni fragmentada ante el agotamiento de las polémicas epistemológicas. En ese sentido, el currículum, desde el punto de vista de Padrón, debería optar por soluciones prácticas que como sustrato teórico sean capaces de reconstruir plataformas ubicadas en los mínimos niveles de entendimiento y clasificación.

jueves, 20 de octubre de 2011

CIENCIA Y ETICA

REFLEXIONES SOBRE CIENCIA Y ETICA DE VICTOR MARTIN


Muchos autores sostienen que la ciencia es un conjunto de conocimientos racionales, ciertos y probables, obtenidos metódicamente, sistematizados y verificables, que hacen referencia a objetos de una misma naturaleza.
Sin embargo, otros opinan que es un creciente cuerpo de ideas establecidas provisionalmente que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable, y por consiguiente, falible.
Independientemente del concepto que se maneje, algo es claro: la ciencia avanza solamente a través de la investigación científica, pues ella ha permitido al ser humano hacer una reconstrucción conceptual de la realidad, que es cada vez más amplia, profunda y exacta.
El ser humano domina y moldea la naturaleza, sometiéndola a sus propias necesidades; reconstruye la sociedad y es, a su vez, reconstruido por ella; trata luego de remoldear este ambiente artificial para adaptarlo a sus propias necesidades materiales y espirituales, así como a sus ideales: crea así el mundo de los artefactos y el mundo de la cultura.
En ese sentido,  el desarrollo científico-tecnológico recientes, en particular los producidos en el último tercio del siglo XX y en los primeros años del siglo XXI, han experimentado con mayor profundidad que en otros momentos históricos y, especialmente, con mayor velocidad, un profundo impacto sobre las formas de actuar, de conocer, y de valorar de los individuos y de las sociedades contemporáneas.
Es indudable que la ciencia ha realizado grandes avances tanto en el desarrollo de la vida humana como en los avances técnico-científicos. Tal como lo señala Morín… “Las ciencias nos han brindado muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre…”
No obstante, desde la óptica de este autor, es necesario que la educación asuma el reto de enseñar principios de estrategias que permitan afrontar los riesgos y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas.
No obstante, la ética  de la ciencia desde el punto de vista de Víctor Martin, tiene que abordar los problemas fundamentales y para ello se basa en la investigación. En palabras de Víctor Martin significa buscar lo verdadero, lo bueno.
La investigación, como proceso indagatorio, dinámico, incluye al investigador, a la institución y a la sociedad. Tomando como premisa principal que para investigar en necesario la sensibilidad (lo humano, lo estético, la vida), la capacitación (curiosidad, criticidad, formación) y por ende, responsabilidad (prudencia, diálogo, respeto). Aquí la importancia de la ética en el abordaje de los problemas en el abordaje de los problemas fundamentales, con visión del conocimiento científico como actividad de sujetos concretos, y por tanto, moralmente responsables.
Para Víctor Martin, en la ética de la investigación convergen la moral del investigador (valores), una ética acordada (bien) y una deontología para el investigador (deber).
En el siglo XXI se está… “operando un profundo cambio en la inteligencia científica y paralela y complementariamente, un desarrollo creciente de la inteligencia social y de la inteligencia ética…” Martin (2008).
En el marco de esta tendencia y revisando los conceptos expuestos por el autor, cabe señalar que la inteligencia puede ser definida como la capacidad o facultad de aprender, aprehender o comprender y adaptarse; o bien, en un sentido más aplicado y desde el punto de vista de la psicología, como la capacidad integrativa para resolver situaciones problemáticas nuevas. Y es que la inteligencia no debe concebirse  fundada únicamente en el razonamiento lógico y enfocada a resolver problemas;  esta perspectiva desde el punto de vista de Martin refleja una concepción racionalista y unicista y en la actualidad, ha sido criticada por autores como Gardner (2000) el de las inteligencias múltiples al igual que los aportes de la neurociencia en el campo educativo.
La definición de inteligencia expuesta por Gardner, quien la considera como “un potencial biopsicológico para procesar información, que se puede activar en un marco cultural para resolver problemas o crear productos que tienen valor para una cultura. En ese sentido, Gardner nos habla de una inteligencia social y una inteligencia ética orientadora de desempeño en contextos reales.
De aquí que Martin expresa que está en curso un cambio decisivo en la percepción del valor de la ciencia y ese cambio  responde a la emergencia de nuevos paradigmas que afectan tanto la inteligencia científica como la inteligencia ética. Tales cambios se enmarcan en la cuestión sobre el sentido del conocer, el actuar y el valor humano.
En la ciencia contemporánea, así como en la política, economía, educación etc., ha hecho irrupción un nuevo pensamiento sobre las finalidades y sobre el sentido integrador proyectivo de la vida, como una forma inédita de teleologismo.  Es una nueva forma de inclusión y contextualización del pensamiento humano. (Martin 2008).
·         Inclusión en la vida: Aquí se hace alusión al paradigma biocéntrico el cual permite reintegrar y reproponer delicados equilibrios vitales necesarios para que exista el futuro.
Al superarse al paradigma antropocéntrico, vigente en toda la modernidad no reflexiva, no se trata de desvalorizar el decisivo aporte del hombre a la construcción de una vida deseable, sino en reubicar sus actuaciones, en el marco de una ética de la responsabilidad, como intérprete y administrador de la vida.
·         Inclusión en la complejidad: Dando apertura a una nueva valoración de la diversidad y la necesidad de pluralismo y tolerancia.
Desde la complejidad se construye un pensamiento que se expresa en una ética intercultural orientada a la hospitalidad, la comprensión y la aceptación.
·         Inclusión a la realidad humana: El paradigma humanista recupera del conocimiento científico como la obra de seres humanos, concretos, agentes morales que actúan o pueden hacerlo con convicción y responsabilidad. Un humanismo que busca el rescate de la labor de sujetos históricos concretos en relación de convivencia plural, democrática y responsable,
Es con el surgimiento de estos paradigmas que ciencia y ética están desarrollando desde adentro, en los equipos de trabajo, en las comunidades científicas, y desde fuera, por exigencia de la sociedad, profundos cambios que pueden apuntar a aproximar ideas, creencias  acerca de la supervivencia, necesaria como plataforma, pero amenazada por los deterioros ambientales y las carencias sociales.
En ese sentido, se espera que estos cambios significan en la ciencia, la inclusión del poder en la intervención del conocimiento, en la capacidad de integración del saber.
De acuerdo a lo planteado, se espera que desde la ciencia, tomando en consideración la inclusión y contextualización del pensamiento humano; desde el biocentrismo, el pensamiento complejo y el humanismo, se asume su eficacia para pensar y construir no solamente el hombre, sino principalmente lo humano. “En la ética los cambios que el impacto de la explosión tecnocientífica ha impulsado se refleja en una nueva valoración de la vida, a través de la inteligencia integradora y posibilitante como instancia dialógica de la convivencia en la diversidad. La convergencia entre ciencia y ética podía ser expresada en un recorrido que va del conocimiento al saber y del saber al conocimiento…” Martin (2008).


                

Edgar Morin

Edgar Morín es Autor de alrededor de veintinueve libros, entre los cuales están, El Pensamiento Complejo y Los Siete Saberes necesarios para la Educación del Futuro. Es observador sin clemencia de la realidad social, y centra primordialmente sus investigaciones en el análisis de fenómenos culturalmente “desordenados” que se rotulan como lo irregular, lo desviado, lo incierto, lo indeterminado, lo aleatorio. Su obsesión pasó a ser sumergirse en el conocimiento de la organización misma de las cosas.
            Poco a poco fue asumiéndose como un artesano del conocimiento multidimensional de los fenómenos humanos, fue elaborando un método capaz de capturar la complejidad de “lo real”, criticando duramente la fragmentación de los saberes. Así, desde 1950 a 1989 fue director emérito del Centro Nacional de Investigaciones Sociales (CNRS), para ser luego presidente de la Agencia Europea por la Cultura (adscripta a la UNESCO), y co-director del Centro de Estudios Transdisciplinarios de la Escuela de Altos Estudios sobre Ciencias Sociales de Francia.
            Por fin, centró su labor en la creación y dirección de la Asociación para el Pensamiento Complejo, hoy expandida al mundo entero, con la misión de promover diversas formas de reflexión que permitan aportar respuestas al desafío de la complejidad que el mundo, la sociedad y el ser humano formulan al conocimiento científico, filosófico, político y militante.
            En 1999, La UNESCO solicitó a Edgar Morín que expresara sus ideas en la esencia misma de la educación del futuro, en el contexto de su visión del “Pensamiento Complejo”. Este texto es, pues, publicado por la UNESCO como contribución al debate internacional sobre la forma de reorientar la educación hacia el desarrollo sostenible. Edgar Morín presenta siete principios clave que él estima necesarios a la educación del futuro. Su intención sería que estas ideas susciten un debate que contribuya a ayudar a educadores y dirigentes a aclarar su propio pensamiento sobre este problema vital.

jueves, 29 de septiembre de 2011

DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACION

Bienvenidos a mi bolg!! La aventura apenas comienza..! El pensamiento nos llevará a la razón en esa búsqueda existencialista del ser..! Y hablando de pensamiento, que significa pensar.. Heidegger nos invita a una nueva relación entre PENSAMIENTO Y SER. Esta relación incluye al ser mismo por el simple hecho de que el pensar es el pensamiento del ser.
Al pensar arribamos cuando reconocemos que el sólo hecho de ser racionales no garantiza el pensar mismo; más aún si partimos de reconocer que es preciso aprender a pensar y ello implica admitir que no sabemos pensar.
Al no haber llegado a la esecia propia del pensar, nos es imposible habitar en el pensamiento... Heidegger reitera que todavía no pensamos propiamente...